El desierto moche de Chiara Macchiavello
Hoy, despues de 5 semanas de haber ganado el premio Barrington a la mejor coleccion de la ultima edicion del LIF Week, Chiara Macchiavello presenta una nueva propuesta ante los ojos del mundo.
Dulce, tierna y muy jovial, nos cuenta algunos detalles de esta coleccion.
Dedicada al diseño y comprometida con el patrimonio peruano, ella y la alpaca brillaran en la pasarela
¿En que se basa esta nueva colección?
Se llama “desierto moche” y es una colección cápsula de lo que presentamos en el LIF Week de este año. Esta trabajado artesanalmente y en telares, eso es algo característico de la marca y que se ha mantenido a lo largo de los años. Además, estoy presentando una línea de vestidos, acompañada con abrigos, es un contraste interesante.
¿Que paleta de colores estas utilizando?
Estamos manteniendo el tema de colores neutros, hueso y arena
Durante el proceso creativo de la colección ¿Qué has aprendido del uso de la alpaca?
He aprendido que es una fibra espectacular, a medida que la vas trabajando es muy versátil. Me parece genial lo que hacen al promoverla, no solo para exportación sino para que el propio diseñador, o textilero peruano empiece a trabajar con este material. Creo que en nuestro país la alpaca está muy estereotipada en el chullo o la chalina, sin embargo también lo podemos usar en otras prendas, o diseños que reflejen vanguardia.
¿Qué características debe de tener la mujer o el hombre de Escudo?
En realidad, es un rango bien amplio. Tenemos piezas que le pueden quedar bien a una chica de 21 años, como también a una señora de 50, nos hay una edad o característica específica, es algo atemporal. Definitivamente, yo creo que el público que usa mi ropa está consciente de lo que compra, sabe de qué está hecha, quien la hace y que detrás hay un trabajo de responsabilidad social, etc. Es algo que nunca vas a encontrar en una tienda por departamento.
¿Esta nueva colección la estás trabajando con tejedoras de otras provincias del país?
Sí, claro que sí, la estamos trabajando con tejedores hombres de Huancavelica, bordadoras de los alrededores de Ayacucho y tejedoras de la sierra central.
¿Qué satisfacción tienes al ver como progresan estos tejedores y bordadores?
Hay varios niveles. La satisfacción de darles trabajo en algo que los va a enriquecer como personas, no les estoy dando un trabajo de servicio o guardianía, es un trabajo hecho por sus propias manos y una tradición en sus pueblos. Por esa parte, yo me siento responsable de seguir brindándoles herramientas para promover el talento y arte que poseen. También, el poder ver que mantenemos esa tradición viva, y que no se cambia del todo a la maquina por el proceso de industrialización que tenemos.
