Una taza de té con Ana María Guiulfo

Por Sociales

Entrar a su atelier es ingresar a un mundo donde la primavera es eterna. Colores vibrantes, dulces por doquier y prendas únicas nos acompañan. 


No es necesario imaginar que estamos en un jardín parisino, porque la decoración  multicolor convierte a este espacio en un pedacito francés en medio de San Isidro. Un espacio donde la moda y el arte coexisten y, en el que el niño interior de la diseñadora se transforma en creaciones que deslumbran al mundo entero. 


Son las 5 de la tarde y, mientras en muchos lugares se celebra la hora del té, hago lo propio con Ana. Nos tomamos una taza repleta de recuerdos, experiencias y, sobre todo, mucha vibra única y pintoresca, de esas que sólo se puede encontrar en la profunda dimensión de Ana G. 



¿Cómo te acercaste al mundo del diseño?


En realidad siempre estuvo dentro de mí, fue parte de mi vida. Tenía tías que tenían atelieres y desde que nací, las telas y colores formaron parte de mi infancia. 


¿De pequeña jugabas con telas?


Siempre. Hacía los vestidos para mis muñecas, también bordaba, tejía y pintaba. En el colegio ganaba concursos de pintura, hacia los polos y las calcomanías de la promoción. Pero, recuerdo que cuando me decían que iba a ser artista, me parecía que no estaba bien porque tenía que estudiar Administración o Economía. Lo estudié, no fue algo que me gustara, pero lo hice y lo hice bien. Después, ya decidí seguir lo que mi corazón quería.


¿Cuando estudiabas administración te lamentabas por no estar diseñando?


La verdad es que trato de no lamentarme de las cosas. Así es como digo que me encantaría vivir en Paris, no me lamento porque estoy en Lima todos los días. Siempre lo asimilo y sigo adelante.


¿Crees que es difícil ser diseñador en nuestro país?


En cuanto no tienes todas las herramientas si, en cuanto no sales de tu casa y ves que el mundo es maravilloso también. Es muy difícil encontrar inspiración, nuestras referencias son históricas, mas no son tendencia. No tienes tanta posibilidad de poder ampliar y crear tu propio universo.



Entonces, ¿De dónde sacas la inspiración para tus diseños?


Yo viajo un montón y lo primero que hago es ir a museos, exposiciones, y escuchar música. Fotografío un montón a la gente de la calle de las ciudades. Esto te permite ver el reflejo de la sociedad y cómo te puedes inspirar en ella.


Después lo organizas en un “moodboard” …  


Ya quisiera. Yo no he estudiado para ser diseñadora, así que hay un montón de técnicas que yo las salto. No tengo esa facilidad.


Pero tú has llevado varios cursos de patronaje.


Claro. He llevado cursos de Patronaje y Moulage, de cómo hacer una colección. Lo que más me gusta es el Moulage y los colores. Me encanta haber desarrollado la pintura sobre la tela, la cual nació de la necesidad de diferenciarme.


Exacto. En nuestro país, eres la pionera en pintura digital, imprimes accesorios en 3D, usas técnicas innovadoras que complementan tus colecciones ¿De dónde nace esta curiosidad de atreverte a usar nuevas herramientas?


Soy súper curiosa y me atrevo a todo. No tengo miedo porque no he sido preparada bajo reglas, no las conozco. Sigo lo que siento.


¿Qué nuevas técnicas estas asimilando para la colección primavera verano 2016?


Sigo con la técnica del print, pero la estoy trabajando en acuarelas y de otra manera. Siempre trato de trabajar algo nuevo y diferente. Además, estoy viendo la posibilidad de imprimir telas en Europa. Es interesante ir descubriendo nuevas cosas y arriesgarte.


Tus colecciones siempre son lúdicas, coloridas y muy divertidas ¿Estas reflejan parte de tu personalidad?


De todas maneras, tengo una conexión muy importante con mi niño. Eso es lo que me hace ser feliz. Me puedo sentar a dibujar muñecas horas y horas. Por decirte, yo tengo una hija que ahora tiene 16 y detesta las muñecas. 


Sin embargo, a tu hijo si le gusta la moda ..


A mi hijo le encanta la ropa, es súper cool.



¿Crees que alguien de tu familia influyó para decidirte por el diseño de modas?


Era todo lo contrario, fue un shock. Cuando yo decidí dedicarme a la moda, el grupo familiar de mi papá estaba en contra, hasta mi enamorado me decía que estaba loca. Yo siempre soy media inconsciente en mis cosas, me dejo llevar por la intuición.


En una entrevista anterior dijiste que empezaste desde cero, ¿Podrías comparar tu carrera en la industria de la moda como un lienzo al que has ido pintando poco a poco?


Claro. Además, sin esperar tanto. Yo no tengo sueños lejanos, mis sueños son conexiones internas. Simplemente siento que tengo la facilidad de expresarlos. Estoy muy feliz por eso.


Es decir, cada día que vienes al atelier haces lo que te gusta


Ah no, yo no pienso que esto es un trabajo. Es una diversión, mi casa de muñecas.


Entonces, ¿A qué etapa de tu vida te recuerda los inicios de Ana G o esta casa de muñecas? ¿Quizás a tu infancia, donde jugabas con telas y hacías la ropa para ellas?


Cuando tenía 14 - 15 años e iba a Ancón y veía como se vestían las mujeres. Me encanta la gente sofisticada, que tiene algo que decir.


¿Soñabas con vestir a las veraneantes de Ancón?


No, lo disfrutaba y lo pintaba.


¿Qué representa Ana G?


Representa una mujer alegre, una chica que le gusta el color, que quisiera pintar Lima de colores. Ana G busca la alegría, se siente contenta y segura de lo que hace y transmite.



¿Qué palabra definiría a la perfección la evolución de Ana G a través de los años?


No tener miedo. Yo me arriesgo y me atrevo.


Es por ello que, al diferenciarte y atreverte a cosas nuevas, ¿Quieres parecerte a Emilio Pucci?


Ese es mi sueño (ríe). Mi meta es ser reconocida por personalizar mis diseños.


Algo que ya es un hecho, ya que si caminamos por las calles y alguien está utilizando algún vestido tuyo es sencillo de reconocer : dejar una huella personal en cada prenda …


Si y me atrevo. La gente que me compra tiene un denominador común : son mujeres de 15 a 80 años, libres y que les gusta el arte. Ellas no dependen de nadie para expresarse


¡Al igual que tú! Diseñas muebles, vajillas, pintas y personalizas muchas cosas. Te expresas a través de un sinfín de objetos. Sin embargo, no hemos visto que presentes prendas para hombres ¿Piensas incluir esta propuesta en tu próxima colección?


Eso es algo que presento en esta colección. Yo antes hacía ropa para hombres, pero no era conocida como Ana G.


Por último, tu ya tienes experiencia en ese rubro, porque cuando empezaste, hacías uniformes para algunas empresas locales 


Siempre he hecho ropa de hombre. En esta ocasión haré camisas y polos. Siempre digo que lo voy a hacer, pero esta ocasión es un hecho. Lo prometo (ríe). 


Regresamos. Luego de un breve recorrido por el universo interior de Ana María Guiulfo, sólo me sobran elogios y palabras de asombro. Ana es una mujer que se atreve a todo, una diseñadora que rompe esquemas cada temporada y una artista que, día a día, pinta un mundo paralelo de colores. Desde aquí, le mando un gran abrazo y agradezco esa taza de té que nos transportó a través de décadas y memorias de un ícono del diseño peruano. 

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